Caracas, 16 de octubre de 2013.- El diputado a la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, afirmó que su sanción es un capítulo más de un Gobierno "cuya única solución a la crisis económica que vive el país es tratar de silenciar a Venezuela".

En la sesión de ayer, la mayoría del PSUV en la Asamblea Nacional decidió quitar el derecho de palabra a la diputada Nora Bracho (UNT) y Julio Borges (PJ) por 30 días.  Las acciones contra los diputados opositores obedecen a su actuación en la sesión especial del pasado martes 8 de octubre, cuando el presidente Nicolás Maduro presentó su solicitud de una Ley Habilitante. Tanto Borges como Bracho pidieron la palabra y se dirigieron a Maduro tras acusaciones de corrupción a representantes de la Unidad.

Reveló que en este momento de "crisis profunda que está viviendo este Gobierno en todos los ámbitos es el momento en que no pueden callar nuestra voz y tenemos que rebelarnos frente a eso, no solo los dirigentes políticos, sino también los periodistas, los medios, los estudiantes".

Aseguró que lo que busca el Gobierno es "la violencia del silencio y eso tenemos que evitarlo a toda costa".

"Esta sanción es sin duda, para atraer la atención por toda la problemática que vive Venezuela de problemas económicos tan grandes como la inflación, el desempleo, desabastecimiento, parálisis económica. En lugar de enfrentar eso y dar la cara (Maduro) culpa a la oposición, a los Estados Unidos, a los sindicatos y al empresariado", dijo el parlamentario.

Al respecto sostiene que la decisión de devaluar hace ocho meses fue del Gobierno. "Ellos tomaron la decisión de pedir prestado y vender el oro, por eso es que son ellos quienes tienen que dar la cara en este momento en Venezuela, y afrontar el tema económico".

Con relación a si esta sanción puede causar intimidación en el resto de los diputados de oposición a la hora de emitir opiniones en el parlamento, Borges señaló que "para nosotros (esto) tiene que ser un testimonio para endurecernos, para resistir y para rebelarnos frente a la ilegalidad y la injusticia, de manera que nadie puede amilanarse por esta sanción. Por el contrario, es un momento para crecerse, para mostrar de qué estamos hechos los venezolanos, que es de libertad y justicia".

La AN es un cuartel 

"Voy a seguir asistiendo a la AN porque yo puedo votar. Somos un equipo y si callan a uno, están todas las otras voces que pueden expresar lo que sentimos nosotros. Eso es lo importante, es imposible callar la voz de la mayoría de Venezuela", aseguró Borges.

Por otro lado denunció que en la Asamblea Nacional no hay voluntad de tener "un trato democrático, ni hacerla democrática. Es un cuartel que está dirigida por una persona que no tiene ningún tipo de cultura ni respeto democrático", dijo Borges en referencia al presidente de la AN Diosdado Cabello. "Han convertido la Asamblea no en un parlamento sino en una trinchera de lucha, pero igual vamos a tratar de expresar resistencia frente a todo lo que está pasando".

Ley Habilitante es un cheque en blanco

Sobre el proyecto de Lay Habilitante que entregaron ayer en la AN para otorgar poderes especiales a Nicolás Maduro, Borges precisó que la repartieron ayer (martes) tarde en la noche, sin la distribución adecuada entre todos los parlamentarios.

 "Una vez presentada debe distribuirse, después se lee y luego se nombra una Comisión donde están todas las tendencias representadas, pero lo hicieron al revés y además nombraron una Comisión integrada solo por diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Es un tema irregular como todo lo que hace el Gobierno".

En tal sentido afirmó que la Ley Habilitante es una expresión my clara de "un ejercicio antidemocrático del poder que quiere meter todo como un cheque en blanco".

Manifestó que es claro que la intención del Gobierno es "montar un aparato de mayor control y persecución sobre la sociedad, mientras que el gran tema por el cual los venezolanos hacen colas, dejan de comprar alimentos, sufren, están destruyendo su calidad de vida, es la gran ausente en esta propuesta".