Alejandro Vivas: La 905, Zona de Paz o Zona de Guerra


Caracas, 18 de junio de 2015.- El viernes de la semana pasada fuimos sorprendidos por un parte de guerra: cinco policías nacionales heridos, nueve motos quemadas y una patrulla destrozada tras el enfrentamiento de los uniformados con una banda delictiva de la cota 905 que se defendió con el uso de dos granadas, manteniendo el control del lugar, evitando que las fuerzas del orden público llegaran al sitio.

Mayor fue la sorpresa cuando a principios de la semana nos enteramos de la amonestación a los cinco funcionarios heridos. La indignante respuesta de la dirección de la Policía Nacional no fue avanzar para garantizar la seguridad de la ciudadanía que vive en la zona, sino cargar contra los uniformados que pusieron en riesgo su vida para cumplir con su deber.

Es que definitivamente el modelo del socialismo del Siglo XXI es poner el mundo al revés. Este modelo fracasado en lo económico, también fracasa en la defensa del más primigenio de los derechos del hombre, la vida, no la garantiza y tal parece que no le interesa garantizarla, pues la usa para desorientar y acallar parte de los problemas que su incapacidad no le permite solucionar.

La estrategia de las llamadas “Zonas de Paz” se sigue cayendo a pedazos, las Zonas de Paz de Maduro y el ex ministro Antonio “El Potro” Álvarez, deberían llamarse por su verdadero nombre “Zonas de Impunidad”. No hay lugar donde se hayan decretado y donde la delincuencia haya depuesto sus armas, por el contrario son las fuerzas del orden público las que ya no pueden poner un pie en cualquier sector sin ser repelidos por grupos antisociales, incluso mejor armados que nuestros funcionarios policiales.

Las zonas que serían rescatadas para el deporte, para la cultura y para el esparcimiento de los ciudadanos, son otra promesa incumplida por esta administración, que no para de prometer, pero que todavía no concreta el más mínimo de los pedidos de los ciudadanos.

El país reclama y necesita una respuesta efectiva y concreta, a los venezolanos ya no nos tranquiliza el “juramento” de un ministro que nos dice que “están bajando los niveles de violencia e inseguridad”. No nos tranquiliza, porque sabemos que es mentira, todos los días, sin necesidad de leer los diarios conocemos de hechos de violencia, de atracos, robos, asesinatos, a veces tantos que no podrían ser reseñados en las pocas páginas de los diarios que aún son independientes.

Los venezolanos reclamamos y merecemos paz, pero no la paz de los sepulcros, queremos una verdadera paz que nos permita llevar a nuestros hijos a disfrutar de un parque, una plaza o simplemente a caminar por las calles, sin el temor a ser una nueva víctima de la violencia, una nueva cifra roja que el gobierno pretende ocultar.

Estamos a pocos meses de una nueva contienda electoral, a pesar de los retrasos del Consejo Nacional Electoral. Esa cita con el voto, es una nueva oportunidad para que los venezolanos le demos un cambio de timón al país, a través de una nueva Asamblea Nacional, verdaderamente autónoma e independiente, que no se arrodille a los designios del partido gobernante y que haga que los ministros respondan con hechos y no con juramentos vacíos.

En nuestras manos tenemos la oportunidad de transformar al país, democráticamente, sin violencia. El arma de los demócratas es el voto y con el voto nos daremos un Poder Legislativo que haga respetar el Derecho a la Vida de los venezolanos. Seguimos construyendo el camino para una victoria contundente, sigamos adelante.