Caracas, 21 de noviembre de 2014.-El paquete de reformas fiscales aprobado el martes vía habilitante por el presidente Nicolás Maduro, lejos de resolver los problemas de la economía venezolana, lo que hará será agudizar la recesión por la que atraviesa el país, afirmó el economista José Guerra en el foro Perspectivas Económicas 2015, de Econométrica.
Guerra alertó que a diferencia de 2009, cuando también cayó el precio del petróleo y el gobierno aumentó el impuesto al valor agregado y otorgó a Cadivi la administración de dólares, actualmente hay deficiencias macroeconómicas que imposibilitan que medidas similares mejoren la situación del país.
En 2009 había un conjunto de condiciones favorables para financiar el gasto. Había 43 millardos de dólares en reservas internacionales, no se debía dinero a proveedores internacionales, había capacidad productiva inutilizada, no existían las regulaciones de precios y el tipo de cambio oficial era de 2,5 bolívares por dólar, detalló.
“En ese año se aplicó una expansión fiscal y monetaria para salir de una recesión con la inflación en 12%, ahora no se puede aplicar la misma medida con una inflación cerca de 80% y sin capacidad productiva”, añadió.
Afirmó que el problema en el país no es fiscal sino cambiario y añadió que si no se sincera el tipo de cambio el año que viene el gobierno se verá obligado, entre otras cosas, a renegociar la deuda externa para no sacar dinero de las reservas y a vender Citgo Petroleum, filial de Pdvsa en Estados Unidos.
Previsión 2015. Ángel García Banchs, director de Econométrica, aseguró que en 2015 la economía se va a imponer por encima de la política y pronosticó el estallido del sistema cambiario para mediados de abril, impulsado por la caída de los inventarios.
Refirió que es posible que el país acuda al Fondo Monetario Internacional para solicitar 17,5 millardos de dólares y que se establezca una tasa de cambio en 50 bolívares por dólar, lo que conduciría a una contracción de 1 o 2 puntos del producto interno bruto. “De no ir al FMI la tasa de unificación cambiaria sería de 90 bolívares por dólar y habría una contracción de 4 puntos del PIB. La inflación llegaría a 190%”.
La solución para el economista Felipe Pérez Martí demanda la sinceración cambiaria con el establecimiento de un sistema de bandas en el que el tipo de cambio promedio sea de 30 bolívares por dólar. La banda más baja sería de 20 bolívares por dólar y la más alta de 40 bolívares por dólar.
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