Caracas, 06 de enero de 2018.- No es casualidad lo de los mercados, es la manera de acabar con estos
y forzar a toda la población a inscribirse en los CLAP. Lo cierto es que los saqueos y los disturbios no tumban gobiernos, eso ya lo vivimos desde la época de CAP.
Insólito ver que quienes corrieron a apoyar las sanciones de la Sundde ayer, fue la clase media, allí no había pueblo, porque el pueblo tiene tiempo sometido, el pueblo ya tiene su caja CLAP, el carnet de la
Patria.
Lo cierto es que vemos con muchísima preocupación, como continúa el ataque del gobierno al sector privado, a los productores, empresarios y campesinos. La inflación no se controla destruyendo al comerciante, al empresario, al productor, ellos no son los responsables de la crisis, el responsable es el gobierno.
La inflación y la escasez se controlan con políticas publicas que garanticen suministros para el campo, suministros para los empresarios, libre competencia de mercado.
El que saquea no se diferencia en nada del enchufado que hace negocios con el gobierno. El gobierno celebra lo que está pasando, porque así más gente por hambre dependerá de ellos, y allí la brutalidad del que saquea: pan para hoy, hambre para mañana.
Urge ya una gran convocatoria nacional unitaria para darle frente a este grave problema. Hay que convocar ya a todos los sectores, políticos, gremios, sindicatos, empresarios, amas de casa, profesionales, campesinos, todos y defender lo poco que nos queda en Venezuela. El hambre no espera.