Caracas, 20 de diciembre de 2017.- El 10 de diciembre del 2017 en el mundo se conmemora que hace apenas 69 años las Naciones Unidas reconocían los Derechos Humanos, les daban forma, protección y definición.
El mundo definió el Derecho Humano como aquello inalienable al Ser que le permite su realización, es decir que no puede ser legítimamente negado a una persona, y además, la propia persona no puede renunciar a ellos. Con ellos el Ser se realiza y con el Ser se realiza la Humanidad.
Con ellos los Hombres nos hacemos de una herramienta sin límites para protegernos del mal. Más solo sirven, si tomamos conciencia individual y colectivamente de que esos derechos existen, que los tenemos por el solo hecho de nosotros existir y que valen en la medida que nos reconozcamos a nosotros mismos como seres humanos y nos defendamos de todo lo que pretenda restarnos dignidad.
Y nos preguntamos: ¿por qué el mundo está interesado en saber, sancionar y remediar la violación reiterada de los derechos humanos en Venezuela? ¿Por qué se producen sanciones a altos funcionarios como forma de castigo y prevención de la continuidad de esas violaciones? ¿Por qué se toman la molestia una vez más de intentar hacer entrar en razón a los funcionarios venezolanos sobre la necesidad de cambiar el estado actual de las cosas? ¿De retornar a la Democracia y a la división de poderes para que haya control y Justicia? Pues la razón es sencilla.
La sociedad democrática venezolana ha demostrado, con gran costo y sacrificios comunes, la reiterada y masiva violación de todos los derechos humanos en Venezuela, desde el derecho a la vida, a la vida segura, a la alimentación, a la familia, a la Justicia, a una infancia, al trabajo, a elegir, a la participación en los asuntos públicos, a manifestarnos, a informarnos, a expresarnos, a la propiedad, a la libre empresa.
También hemos demostrado cómo desde la Dictadura hoy gobernante, se violan derechos humanos clasificados como de tercera generación, que son los relacionados con la Solidaridad, la Paz, el Libre Desarrollo de la Personalidad, la preservación de la raza humana, que involucran esfuerzos mundiales para su cumplimiento y el llamamiento a la responsabilidad mas allá de los Estados, a sus connacionales que tienen la responsabilidad transgeneracional de preservar su especie. (Muestra de ello es el mal llamado Arco Minero del Orinoco, www.arcominerodelorinoco.com zona de 111.000 km2 al Sur de Venezuela que Maduro decretó para la explotación minera, y que amenaza el Amazonas como reservorio natural, como sumidero de gases contaminantes que provocan el calentamiento global, aniquilan las culturas aborígenes y asegura dejarnos sin energía hidroeléctrica en el país por el daño a las cuencas hidrográficas que alimentan al Guri, ya convertir en desierto nuestros llanos).
Por ello el interés supremo de quienes hoy defendemos hasta con el último aliento, desde la Asamblea Nacional, de hacer todo esfuerzo de cooperación para sacar a Venezuela del obscurantismo en que la sumieron hombres al servicio del mal.
Venezuela se regó inexorablemente por el mundo. Nuestra cultura chévere y buena, por las circunstancias actuales, se está sembrando en otras lejanas tierras. Hagamos buena esa siembra!!. Que el mundo conozca lo mejor de nosotros. Seamos los mejores y más grandiosos embajadores. Limpiemos esa imagen corrupta, asesina y criminal con la que han pretendido equiparamos a todos. Esa no es nuestra esencia.
Y desde el lugar del mundo que nos acogió, seamos activos defensores de los Derechos Humanos, hagamos activismo político y social para que Venezuela retorne a las libertades.
Por el control social que se ejerce desde la Dictadura, el venezolano, dentro de Venezuela, cada vez es menos ciudadano y mas un objeto o esclavo de quien le da la comida. Eso le resta posibilidad de elegir pero no se la aniquila. Quienes podemos aun influir para que en el 2018 hagamos la diferencia, estamos en la obligación moral de hacerlo. Los mas de 3 millones de venezolanos regados en el mundo deben organizarse, junto a la Asamblea Nacional y las alianzas de los países amigos logradas, para que ejerciendo el Derecho Humano a elegir, desde donde estén, hagamos nuestra transición hacia la Democracia y la Libertad, que ese esfuerzo sea bueno, pronto y eficiente para reconstruir a Venezuela.