Caracas, 27 de julio de 2016.- Tratar de explicar dónde comenzó el derrumbe de la llamada ¨Revolución del Siglo XXI¨, quizás sería objeto de un libro más que de una sencilla columna; me atrevería a decirles que tal vez desde el mismo inicio del proyecto inició el fin, en aquellos años en los cuales se pretendió acabar con todo lo existente, sobre todo con el pasado reciente, tratando de reescribir la historia misma de un país.
La implementación de modelos económico, político y social, con un corte estrictamente socialista, rayando en lo comunista, que no funcionaron y que aún no lo hacen, son a todas luces la mejor muestra de que fallaron y la situación del país así lo demuestra. Una nación con todas las características como Venezuela, que en los actuales momentos está arruinada, que el aparato productivo natural simplemente no produce y si produce lo hace a pérdidas, constituye el mejor ejemplo del gran fiasco tanto del gobierno del fallecido Hugo Chávez, como el de su pupilo.
El monumental fracaso administrativo del chavismo está documentado en el libro “Del Pacto de Punto Fijo al Pacto de La Habana”, obra que ilustra el desperdicio de lo que ha sido el mayor auge petrolero en la historia del país, y cómo los gobernantes de la otrora Cuarta República, construyeron mucho más con mucho menos.
El chavismo obtuvo $1.29 billones en ingresos y la mayor parte de eso fue derrochado, señala la obra, editada por el ex ministro y ex gobernador José Curiel, y en la que participaron más de dos docenas expertos y académicos.
“Con esta inmensa cantidad de recursos, equivalente a cerca de 100 veces el costo del Plan Marshall, implementado para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, este gobierno ha podido convertir a Venezuela en un paraíso y no en el país en ruinas que tenemos ahora”, resalta el prólogo de la obra.
Los fracasos del gobierno de Nicolás Maduro y que salpican e involucran también al gobierno de “el comandante supremo”, se mide en acciones y consecuencias, para ningún venezolano analítico, objetivo y pensante, es un secreto que las nefastas decisiones del alto gobierno han ido cayendo por su propio peso una tras otra, sin medir el daño que le hacían y hacen a los ciudadanos o siendo abogado del diablo, quizás el daño si fue fríamente calculado y lo que les resultó es que se les fue todo de las manos.
Sin embargo, con todos los argumentos en contra, el maltrecho gobierno de Nicolás Maduro, plagado de escándalos por corrupción, con familiares detenidos prácticamente in fraganti por tráfico de drogas y con un largo etcétera, pretende continuar engañando a un país que ya lo descubrió todo, el aparato propagandístico del régimen es todavía grande y poderoso; cada día, cada hora y cada minuto por prensa, radio y televisión, manipulan o al menos pretenden hacerlo, la realidad de muchos y al mismo tiempo se les cae la careta al no poder sostener las mentiras que transmiten.
Afirmaciones con el trasfondo de la manipulación como ésta: ¨Desde 1999, se han llevado a cabo 13 consultas comiciales (presidenciales, regionales y municipales) y 6 referendos (consultivos, aprobatorios y revocatorio), destacándose entre estos, aquel mediante el cual fue aprobada la nueva Constitución de 1999. Hoy día, Venezuela cuenta con un Sistema Electoral 100% automatizado y el más seguro del mundo¨; son entre otras, las que pretenden sostener a un gobierno que se sabe perdido y que también sabe que defraudó a una gran porción de venezolanos, que aspiraban tener un futuro mejor.
Por lo pronto y con la aceptación de las partes en conflicto de la incorporación de representantes del Vaticano en las gestiones pro dialogo, podemos afirmar que nos encontramos en plena transición, que necesariamente hay que sentarse y conversar para buscar puntos coincidentes, para abrir un camino que nos permita salir de este desastre, enrumbar al país hacia nuevos escenarios que traerán vida nueva para todos, así de simple y sencillo.