Caracas, 04 de mayo de 2016.- Para quienes son amantes del séptimo arte y más del género de acción mezclado con el mundo oscuro del terrorismo internacional, con toda seguridad habrán escuchado hablar de los niveles en la llamada Escala de Alerta; pues bien dicha escala fue creada por el Coronel retirado del Cuerpo de Marines de EE.UU, Jeff Cooper y establece una serie de colores para cada uno de los niveles de dicha escala.
La Alerta Blanca por ejemplo, es aquella considerada el nivel más bajo, debido a que está enmarcada en el aspecto de la tranquilidad, todo transcurre normal, las personas y las situaciones son de despreocupación. Frecuentemente vemos ejemplos de este nivel, en nuestras vidas cotidianas, en el tráfico vehicular, existen personas que se quedan con los carros parados en un semáforo y no arrancan ante el cambio de luz, pues esas personas se encuentran en esa condición, es decir de alerta blanca.
Así pasamos a la denominada Alerta Amarilla, que no es otra que un tipo de alerta de estado general de relajamiento, pero con atención, sin que exista ningún punto específico, pero de atención. Luego transitamos hacia la llamada Alerta Naranja la cual consiste en un nivel elevado de alerta pero sin emergencia aún, con un punto específico de atención y allí radica la diferencia entre el nivel amarillo y el naranja, el detalle del punto de atención.
Pues mis estimados lectores el caso es que con lo sucedido la semana pasada con el inicio del proceso de la recolección del 1% de firmas necesarias para activar el Referéndum Revocatorio de mandato de Elección Popular de Presidente de la República y que constituyo sin duda alguna una pequeña muestra de lo que está sucediendo en nuestro país, se encendieron las alarmas y no del lado de la oposición precisamente, que por todos los medios se encuentra en el planteamiento de salir de esta mega crisis por la vía más racional, que no es otra que la pacífica, democrática y constitucional; por el contrario, las alarmas aturdieron a los señores que se creen los todo poderosos, los que amenazan a diario y creen que estarán allí en el gobierno por toda la eternidad.
Les hice referencia a la escala de alertas por que ese fue el punto que mantuvo corriendo a muchos en el alto gobierno de Venezuela durante la jornada antes señalada, las distintas salas situacionales del gobierno revolucionario ubicadas en sitios estratégicos, pasaron del nivel de alerta blanca, luego a la amarilla y al color naranja en cuestión de minutos luego de iniciar el proceso de recolección de firmas e inmediatamente pasaron al nivel máximo, que para tristeza o sorpresa de esos señores, no es otro que el nivel con el color favorito de ellos, es decir la del nivel de ¨Alerta Roja¨, que es aquel en el cual se cree que lo que era una simple amenaza ya es real y que hay que tomar alguna acción específica, sea positiva, defensiva, pero inmediata en todo caso.
Resulto que el desarrollo de la jornada de recolección de firmas, los agarro desprevenidos y en las mencionadas salas se plantearon con toda certeza cosas de todo tipo, para tratar de asimilar e incluso frenar lo que estaba sucediendo, tal y como paso el 6 de diciembre del 2015, pero hasta el momento no se sobreponen de la velocidad con la que el ciudadano respondió al llamado de la alternativa democrática para efectuar su aporte a la salida de la situación actual sin violencia y de una forma racional.
No se esperaron los jerarcas del mal gobierno, que en cuestión de horas se pronunciaran más de 600 mil personas, cifra lograda solo durante el día miércoles 27 del pasado mes de abril, que marcó el inicio de la etapa y para lo cual el Consejo Nacional Electoral (CNE), diera un lapso de 30 días; así estaban las cosas, es decir, ¨Rojas, Rojitas¨, para que luego al final del segundo día de recolección, el Gobernador del Estado Bolivariano de Miranda, Henrique Capriles Radonski, anunciara un corte, con la cifra parcial de Un Millón Ciento dos mil doscientas treinta y seis (1.102.236) manifestaciones de voluntad.
Para ilustrar a mis amables lectores, les explico: solo se necesitaban en promedio casi 200 mil firmas para cubrir el 1% requerido según Reglamento del Consejo Nacional Electoral (CNE) y en 2 días la cantidad era muy superior; sin duda los señores del gobierno deben haber pasado de Alerta Roja, a una condición de Alerta Morada que no existe en la escala y aún se mantienen allí, pues la cifra fue cada vez en aumento hasta sobrepasar las 2 millones quinientas mil (2.500.000) manifestaciones de voluntad o firmas, como más les guste.
En el corte inicial de cifras dada por el Gobernador Capriles, se pudo observar cómo se superaron las metas esperadas; lo cual estimados amigos tiene solo una lectura, las ansias de cambio que tiene la población ante la dificultades que vive el país; en las colas de muchos estados para firmar, con alegría se escuchaba a la gente gritar: ¨Estas si son colas sabrosas¨ en clara alusión al desatinado y hasta ofensivo comentario que hiciera la Sra. Farías en días pasados y por supuesto a las penurias que viven a diario madres, padres y población en general, por la búsqueda de alimentos y bienes de primera necesidad, colas que el actual gobierno no ha podido controlar, porque se encuentra desconectado de la realidad social de la gente, manteniendo un modelo económico fracasado que lo único que hace es hundir más a la nación sin importar las consecuencias.
Por tal motivo es que muchos han manifestado su voluntad de cambio nuevamente y lo harán con certeza en las etapas venideras del camino hacia el Referéndum Revocatorio 2016, que ya no tiene marcha atrás, las cartas como dicen por allí, se encuentran sobre la mesa y créanlo o no el proceso no se detiene; una vez que sea entregado al ente comicial el lote de firmas y sea corroborado el 1% requerido de cada uno de los estados, se pasará a la siguiente fase y con seguridad serán más de 4 millones de las firmas requeridas de muchísimos venezolanos, las que sellaran definitivamente la convocatoria a que todo un país se exprese revocando el mandato del actual presidente, generando la vacante absoluta del cargo como lo expresa nuestra Constitución y de este modo mediante una nueva elección presidencial, logremos salir al fin de esta oscura etapa de nuestra historia, así de simple y sencillo.