La Asunción, 16 de septiembre de 2015.- Con profundo pesar pero lleno de esperanza, escribimos estas líneas que las dedicamos a un episodio oscuro de nuestra historia que se escribió este 10 de Septiembre cuando una justicia podrida y corrupta condenó a un venezolano, cuyo único delito fue plantarse frente a los mafiosos y corruptos que hoy ostentan el poder en nuestro país.
El gobierno, en su afán de criminalizar a quienes pensamos distintos y en la búsqueda de sacarnos de la vía electoral, busca cobardemente quebrar la moral y la esperanza de los venezolanos de bien, quienes buscamos un cambio político, social y económico en el país. Hoy le tocó a Leopoldo, cuya lucha servirá de ejemplo, cuyo karma servirá de aliento para luchar por una Venezuela mejor, llena de bienestar y progreso.
Lo ocurrido con Leopoldo y los demás presos políticos se suman a la lista de razones que tenemos para buscar el cambio este 6 de Diciembre desde la Asamblea Nacional, las llaves de las celdas de los presos políticos, cautivos por querer un cambio necesario para el país, las tenemos cada uno de los venezolanos y el momento para utilizarlas es el 6 de Diciembre con tu voto.
¡Leopoldo está Libre! Pero preso está el Gobierno, que no tiene respuesta a la crisis. Preso está el gobierno en su red de corrupción, tráfico y peculado. Quienes actuamos de acuerdo a nuestra conciencia y en búsqueda de un mejor destino, jamás seremos presos de los bandidos. Lo que hoy sucede es circunstancial: El mal no triunfa, el mal gana algunas batallas, nunca gana la guerra.
Quizás hoy, dentro de su sadismo y maldad, los mafiosos del gobierno celebren el control que ejercen sobre la justicia, pero el miedo les carcome día a día porque saben que esto va a cambiar. El llamado que hoy hacemos desde nuestra humilde tribuna es a no desmayar: lo desproporcionado de las acciones de este gobierno no indican más que es una fiera herida de muerte, en búsqueda de prolongar su agonía, sin importar cuánto daño pueda hacerle a un país que se les fue de las manos.
Quienes hoy ostentan el poder político son los verdaderos presos, presos en sus palacios y riquezas mal habidas, pero presos al fin. Presos en sus anillos de seguridad que los hacen distantes, se creen Semidioses del Olimpo y no representan más que la podredumbre de un modelo fracasado.
Vamos con fe y esperanza en el porvenir, que nunca es más oscuro que cuando está a punto de amanecer.
En momentos difíciles como los que hoy vivimos, estamos llamados hacer lo justo y lo necesario en búsqueda de un futuro mejor. Estamos seguros de lograrlo y será pronto. Sin atajos, ni desespero: sólo en paz y democracia debemos dar punto final a este modelo que ocupará las páginas negras de nuestra historia. Esta realidad de hoy será conocida en el futuro como un accidente histórico que jamás debemos repetir, ya que desde el populismo, la violencia y el resentimiento no se construye una sociedad buena y responsable. Esa experiencia quedará en nuestros recuerdos para jamás repetirla, sin importar el color de la camisa que usen porque lo importante no es cambiar el color de las cosas, lo importante es cambiar las cosas en sí.