Caracas, 15 de julio de 2015.- Las elecciones del 6 de diciembre serán decisivas. Ese día se determinará el rumbo que tomará el país en el corto plazo. No será una jornada electoral más, sino la oportunidad para cambiar definitivamente el rumbo hacia el abismo por el que este gobierno conduce al país. De esa responsabilidad debemos estar conscientes todos.
El rescate popular de la Asamblea Nacional será el punto de inflexión para cambiar el destino de nuestra Venezuela. Un parlamento con nuestra mayoría democrática permitirá llevar a discusión a esa instancia del poder los verdaderos problemas de la gente y, cómo no, promover leyes que permitan corregir el desastre en el que el PSUV ha hundido al país.
Durante años la actual Asamblea Nacional se ha negado a debatir la crisis económica, porque está sumisa a Miraflores. Hoy todos los venezolanos pagamos las consecuencias de esa sumisión y de la aplicación del modelo económico fracasado. Recuperar la institucionalidad en otros poderes públicos, lograr la libertad para los presos políticos, ordenar y vigilar el manejo de recursos públicos e impulsar una ley para la producción nacional, son otros de los grandes desafíos que se abrirán con nuestra victoria electoral el 6 de diciembre.
El Parlamento tiene que estar al servicio de la gente y sus problemas. Sustituiremos la agenda del PSUV, la agenda de los "enchufados", la agenda de los poderosos, que se niegan a debatir los verdaderos problema que hoy nos agobian, por la agenda de los más necesitados.
La victoria es fundamental. El 6 de diciembre será un freno a la crisis generalizada que vivimos. A partir de ese día podemos recomponer el daño causado por tantos años de sordera en el PSUV, en esta Asamblea Nacional y en Miraflores. Casi todas las encuestas revelan el descontento de la población y las opciones de la oposición como el cambio posible. No podemos relajarnos, hay que estar alertas ante los atropellos y movilizarnos más. Nos tocará enfrentar el desespero de un gobierno que se sabe perdido.
Los "enchufados" sólo desean preservar sus cuotas de poder y sus privilegios. Para enfrentarlos tenemos que blindarnos y fortalecernos en la Unidad. Ir de la mano con la gente, con tarjeta única y mensaje unitario de cambio. Esta no será una pelea entre el oficialismo y oposición, será el enfrentamiento de un gobierno fracasado contra la esperanza de todo un país.