Caracas, 25 de marzo de 2015.- Para muchos, en estos últimos 15 años en Venezuela, la involución del país ha sido la característica principal. A pesar de las políticas improvisadas y el discurso violento y divisionista que ha invadido el oído y la vida de los venezolanos, una parte de los venezolanos hemos seguido trabajando con ahínco por la construcción de una Venezuela de cambio y de progreso.
Aunque como asociación civil, los primeros pasos de Primero Justicia comenzaron en el año 1992; un grupo de jóvenes dieron razón y ser a una asociación que trabajó en la promoción de la justicia de paz y en la figura de los jueces comunitarios, tras tres años de trabajo se presentó ante el Congreso Nacional la Ley de Justicia de Paz.
Desde el año 2000, Primero Justicia se transformó en una plataforma política con una visión de progreso y que ha venido luchando por la defensa de la constitución y la democracia en cada una de las coyunturas políticas que nuestro país a vivido a lo largo de estos 15 años, con errores y aciertos, pero con un objetivo firme, construir el cambio de una Venezuela para los venezolanos.
De nada le vale al Gobierno llenarse la boca hablando de “Soberanía”, cuando no defiende con eficiencia nuestras fronteras, hablar de “Soberanía Alimentaria” cuando nuestro pabellón criollo debe prepararse con ingredientes importados porque la producción nacional es casi nula.
No es justo que los venezolanos, sobre todo los de los sectores populares, vivan encerrados en sus viviendas por temor a la inseguridad, que no puedan aspirar una mejor vivienda producto de su esfuerzo propio y deban esperar que el Gobierno le asigne una vivienda a medio fabricar, improvisada y construida con apuros y materiales de construcción de dudosa procedencia.
Los venezolanos hoy más que nunca seguimos exigiendo un país de justicia, queremos un país donde las leyes sean respetadas y donde no seamos excluidos por nuestra forma de pensar, de expresarnos o, por disentir del gobierno, queremos una verdadera democracia.
Hoy la Alternativa Democrática se levanta unida, estamos tejiendo con aciertos, encuentros y desencuentros una variopinta oferta electoral, que le permita a los venezolanos tener una alternativa democrática y plural para las elecciones parlamentarias de este año.
Ciertamente la fórmula no es perfecta, pero de las primarias que se desarrollarán en buena parte de las circunscripciones saldrán representantes con fuerza popular y en aquellos circuitos donde no se realizarán las primarias, los venezolanos pueden tener la seguridad que son candidatos comprometidos firmemente con la causa democrática y con los cambios que demanda nuestro país.
Nuestro camino es democrático y la victoria contundente para darnos una Nueva Asamblea Nacional será el primero de muchos pasos para reconstruir a Venezuela, para sacarla del abismo donde nos metieron 15 años de improvisación y guiarla al sendero del avance y el progreso.