Caracas, 02 de febrero de 2015.- Si hay un tema que afecta directamente a la familia venezolana es la pobreza. La pobreza es un tema complejo que no solo es determinada por los ingresos sino también por las condiciones de vida, escolaridad, acceso a los servicios públicos, etc. Según las encuestas de Encovi en el 2014 los hogares en situación de pobreza de ingresos llegaron a 48% demostrando que la realidad de nuestro pueblo es distinta a lo que la propaganda oficial promociona. La Cepal recientemente también señaló que la tasa de pobreza aumento en 6,7% pasando de 25,4% a 32,1%, añadiendo además que el salario real experimento una caída del 4,4%.
Nuestra Venezuela ha tenido en los últimos 15 años los ingresos más altos de la historia de nuestro país, lo que a todas luces no justifica la realidad que vive nuestro pueblo y la merma de su poder adquisitivo que le impide desde costear la canasta básica hasta poder tener una vivienda. Sin duda esto habla del fracaso del modelo económico impuesto por el gobierno y que ha generado una profunda crisis que tiene los anaqueles vacíos y a los venezolanos en interminables colas.
Ante eso tenemos que cambiar, no podemos seguir viviendo esta situación, tenemos que apuntar hacia un sistema que privilegie la producción nacional como palanca del progreso y como proceso progresivo para sustituir las importaciones y realmente tener una independencia alimentaria. Tenemos también que ir hacia una política de apertura donde lo privado y lo público trabajen en equipo para generar empleo y crecimiento económico. Tenemos que acabar con la corrupción que generan instituciones como Cencoex que se han convertido en espacios para la burocracia y la asignación selectiva de recursos.
Este año es año de cambio, solo podremos lograrlo unidos y en democracia, ya basta de que como ciudadanos paguemos las consecuencias de los errores del Gobierno, juntos salgamos a conquistar ese cambio, porque en Venezuela sobran razones para unirnos.