Nuestra Venezuela padece una profunda crisis política, económica y social. Esa crisis tiene unas dimensiones tan grandes que nos afectan a todos los venezolanos por igual. La superación de la misma depende en gran parte de quienes hoy en día ocupan el poder, y de las acciones de gobierno que deben realizar para encaminar al país hacia un rumbo distinto del modelo que hoy se plantea. Sin embargo el primer paso debe arrancar desde la comunidad.
Quienes hacemos trabajo político pero sobre todo trabajo social debemos entender que no podemos llegar a una comunidad a dividir, hay muchos que juegan a dividir y enfrentar a nuestro pueblo, una comunidad no progresa si no camina unida y en paz. Más allá de cómo pensemos políticamente o en cuál sea nuestra creencia religiosa nos unen los problemas que padecemos, la escasez, la inseguridad, la falta de oportunidades, la inflación entre otros, y en base a eso debemos organizarnos para cambiar esa realidad.
Esa organización debe tener como principio fundamental la inclusión, todos en la comunidad somos necesarios, lo segundo que debe tener es las ganas de trabajar por mejorar la calidad de vida de su entorno y la suya propia, lo tercero estar conscientes que como venezolanos tenemos derechos que deben ser respetados y que solo nosotros podemos unidos defenderlos.
En Venezuela sin duda viene un cambio de modelo para eso debemos estar preparados, el progreso para todos por igual debe ser el norte para encaminar ese cambio, ya nuestro pueblo está cansado de la diatriba, de la politiquería, de las promesas, de las peleas estériles, nuestro pueblo quiere paz y trabajar por su futuro, no perdamos esta oportunidad que nos está dando la historia para unir y cambiar a nuestra Venezuela, que Dios bendiga nuestro camino hacia el progreso y la unión.
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