Caracas, 13 de diciembre de 2024.- Este viernes, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, presentó su actualización oral sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos. En su intervención, el Alto Comisionado destacó una vez más las graves violaciones que persisten en el país y hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para que redoble sus esfuerzos en apoyo al pueblo venezolano, quien sigue enfrentando serias restricciones a sus derechos fundamentales.
El Alto Comisionado subrayó su profunda preocupación por las persistentes violaciones a los derechos humanos, que incluyen el uso desproporcionado de la fuerza durante las protestas postelectorales de julio y agosto, cuando las autoridades recurrieron a la represión violenta, incluidas las acciones de civiles armados que apoyaban al gobierno. Además, denunció la detención arbitraria de más de 2.000 personas, muchas de las cuales siguen privadas de libertad sin pruebas claras y sin juicio, lo que incluye adolescentes y defensores de derechos humanos, periodistas, y líderes de la oposición.
La situación de los detenidos es especialmente alarmante, con condiciones de encarcelamiento deplorables. Los centros de detención están saturados, las celdas están hacinadas y los detenidos carecen de alimentos, agua potable y atención médica adecuada. El Alto Comisionado instó a las autoridades venezolanas a garantizar condiciones de detención que respeten las normas internacionales, proporcionando a los detenidos la atención médica urgente que requieren. También destacó las desapariciones forzadas y los malos tratos infligidos a los detenidos, hechos que se han documentado a lo largo del último año.
Un tema particularmente relevante que se trató en la actualización fue el cierre progresivo del espacio cívico en Venezuela. En su declaración, el Alto Comisionado expresó su preocupación por la persecución, hostigamiento y amenazas dirigidas contra defensores de derechos humanos, miembros de la oposición política, periodistas, y trabajadores humanitarios. Subrayó que al menos tres organizaciones no gubernamentales han tenido que cesar sus actividades debido a la intimidación y la represión por parte del gobierno, lo que ha contribuido a crear un ambiente de temor y desconfianza.
También se refirió a las leyes restrictivas como la Ley Simón Bolívar y la Ley de ONG, que tienen el potencial de restringir severamente las libertades fundamentales, como la libertad de expresión, la libertad de reunión y la libertad de asociación, poniendo en peligro los derechos de los ciudadanos venezolanos a organizarse y expresarse libremente.
En cuanto a los venezolanos que han huido del país debido a la crisis, el Alto Comisionado hizo un llamado a los países de la región para que brinden una protección internacional adecuada, adoptando políticas flexibles para los venezolanos cuyos documentos de identidad han caducado o están incompletos, garantizando que puedan encontrar refugio sin temor a ser rechazados.
Por otra parte, el Alto Comisionado también exigió que se liberen de inmediato a todas las personas detenidas arbitrariamente, incluyendo a defensores de derechos humanos como Rocío San Miguel y Javier Tarazona. La liberación de estos y otros detenidos debe cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos y garantizar procesos judiciales justos, además de garantizar su seguridad una vez en libertad.
El informe también incluyó una mención especial a la situación de los más vulnerables dentro de Venezuela. El Alto Comisionado insistió en que las autoridades deben garantizar a los detenidos "alimentos adecuados, agua potable y atención médica" mientras permanezcan privados de libertad, ya que muchos de ellos están en condiciones de hacinamiento extremo y requieren atención médica urgente.
Tras la intervención del Alto Comisionado, Miguel Pizarro, Comisionado para Relaciones Exteriores y la ONU de la Asamblea Nacional de Venezuela, agradeció públicamente el apoyo de los países que han respaldado el informe y se han comprometido a seguir luchando por los derechos humanos en Venezuela. Pizarro reafirmó la importancia de mantener la presión internacional para lograr el respeto a los derechos humanos en el país, destacando la labor de la comunidad internacional para denunciar las torturas y los abusos sistemáticos.
“El informe presentado hoy por el Alto Comisionado y el respaldo de los Estados Miembros son un claro mensaje: la voz de los venezolanos sigue siendo escuchada. La denuncia de las torturas, los tratos crueles y el cierre del espacio cívico deja en evidencia la realidad que enfrenta nuestro país. Agradecemos profundamente el apoyo de los Estados Miembros, sus intervenciones reafirman la importancia de mantener la presión internacional”, declaró Pizarro.