Caracas, 19 de julio de 2016.- Armando Amengual, Secretario General de Primero Justicia en Carabobo, es uno de los encargados de organizar el comando para activar el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro en la entidad. En una entrevista para El Estímulo aseguró que para la fase de recolección del 20% del Registro Electoral Permanente (REP), en ese estado la Unidad aspira obtener 120 mil firmas más de las 380 mil necesarias.
¿Cómo se prepara Carabobo para la segunda etapa de validación de firmas para el referendo revocatorio?
La fuerza del referéndum revocatorio es cada vez más poderosa. A pesar de que (el gobernador de Miranda) Henrique Capriles y Primero Justicia fueron los primeros en impulsarlo, hoy la mayor satisfacción es que el referendo es una causa que han abrazado todos los venezolanos.
No solo es una política reunitaria dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pues todos sus militantes lo han convertido en una causa superior, llegando a incentivar a todos los grupos sociales organizados en la sociedad.
¿Carabobo fue uno de los estados con mayores incidencias durante la semana de validación del 1% de las firmas? ¿Qué precauciones están tomando en la entidad?
Fue uno de los estados más complicados porque el gobernador (Francisco José Ameliach) es el Vicepresidente Nacional Electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), entonces no nos pusieron la cosa fácil.
A Carabobo le correspondían 141 máquinas y nos dieron 24, en puntos distantes y en los municipios donde ha salido menos favorecida la oposición en los distintos comicios. Las máquinas representaban menos del 20% de lo que nos tocaba. Logramos validar más del porcentaje requerido. Validamos 24.135 firmas, eso superó la meta del 1% por más de 60%.
Ahora superado ese obstáculo, nos estamos organizando con todos los partidos políticos, cuadra a cuadra, para lograr validar en términos inmediatos apenas nos den la fecha, con el mecanismo que nos ponga el Consejo Nacional Electoral (CNE). Estamos optimistas porque cada día se incorporan más personas a la organización.
Así como los problemas hoy en día han unido a los venezolanos, el referendo se ha convertido en la solución que ha unido a todos los venezolanos.
¿Si ese revocatorio no se logra este año, la Unidad tendrá una respuesta para sus seguidores?
El gobierno va a hacer lo que tenga que hacer, como lo ha venido haciendo, cada vez que sale a hablar (el Alcalde del Municipio Libertador) Jorge Rodríguez o (el diputado oficialista) Diosdado Cabello, diciendo que no habrá referendo este año para desmotivar a la población. Confío en que la fuerza del pueblo organizado va a ser mucho más fuerte que la intención que pueda tener el gobierno.
En las semana que hubo validación de firmas, disminuyeron los conflictos sociales, como saqueos y desórdenes, y no porque la oposición esté detrás de ellos, sino porque la gente se movilizó porque está viendo en ese mecanismo una posibilidad cierta de resolver los problemas como el hambre o la escasez de medicina.
Usted ha hecho varias denuncias de las condiciones en las que están los hospitales de Valencia. Además, el diputado de su partido, Juan Miguel Matheus, ha divulgado la imagen de un niño en Carabobo que está notablemente desnutrido. ¿Cómo vive Carabobo la crisis?
Estamos recorriendo permanentemente todos los sectores sin distingo de niveles socioeconómicos. Vamos a los lugares más pobres, así como a los de clase media, donde vemos distintas expresiones de involución. En la clase media observamos que la gente ya no puede enviar a sus hijos a actividades complementarias, que la gente no puede renovar los seguros y que empieza a expresarse la crisis en ventas de garajes de todas las urbanizaciones para procurarse algún tipo de ingresos.
En los sectores populares, cuatro de cada 10 niños están desnutridos. Hay altísimos porcentajes de deserción escolar por desnutrición. Además, las guarderías las han tenido que cerrar porque no encuentran comida que ofrecer a los niños. El tema del hambre hoy es serio en Carabobo.
¿Y la crisis sanitaria?
La crisis hospitalaria la pudimos constatar el domingo 10 de julio en la emergencia de la pediatría de la Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera” (Chet).
Un carabobeño que esté hoy con un niño enfermo vive un drama. En la emergencia de ese hospital, se observa cómo el socialismo ha privatizado la salud en Venezuela. Allí no puede entrar nadie que no tenga entre 80 y 100 mil bolívares. No porque lo cobre el centro, sino porque es lo que se necesita para los insumos, desde medicamentos hasta lo más mínimo como las jeringas y guantes. Allí hay que ir con todo.
¿Qué caso lo marcó de esa visita?
Que en los últimos 8 días han muerto 9 niños allí en la emergencia de niños del Hospital Central.
Lo aires no funcionan. Nos llegan denuncias de una bacteria que está alojada en el área de pediatría. Además, el “bachaqueo” a los alrededores del hospital es una realidad mientras se les niega a los pacientes las medicinas y la comida. Los baños son peores que cualquier baño de carretera.
Desde su cargo como secretario general de PJ, ¿cómo está ayudando usted a superar la crisis?
En este momento estamos en un proceso de organización para el referendo que es nuestra prioridad. Y en segundo lugar, llevamos a cabo un proceso de acompañamiento y solidaridad con todos los carabobeños que son víctimas de la crisis. No tenemos las mismas posibilidades del gobierno para ayudar a las comunidades, pero siempre intentamos resolver cosas puntuales con apoyo de los vecinos.
En el hospital hemos acompañado a los familiares, gestionando medicamentos a través de las redes sociales, hasta llevándoles un sándwich a los familiares.
Carabobo fue el estado más industrializado de Venezuela. Ante la crisis actual, ¿dónde es más notorio el deterioro?
Fui concejal de Valencia entre el año 2000 y 2005, en ese momento éramos la ciudad industrial de Venezuela y el municipio se sostenía con ingresos propios, no era dependiente del situado. Entre esos ingresos propios, más del 70% provenía del sector automotriz. Hoy la zona industrial es un desierto. Son industrias en su mayoría abandonadas. Las que están sobreviviendo, lo hacen porque sostienen algunos convenios con el Estado, pero ello no se ha traducido ni en reactivación de la industria, ni en algún tipo de mejora para los trabajadores, para el sector o mucho menos para el consumidor final.
Es el caso de Ford, que lo que ha hecho es importar algunas piezas para armar vehículos. Luego llenan los concesionarios de carros y son vendidos en divisas y a unos precios que no se corresponde con el nivel adquisitivo que tiene el venezolano.
¿Qué aspiraciones políticas tiene?
Creo que la dinámica va indicando el camino. Fui prefecto de Valencia entre 1999 y el 2000 y salí electo concejal estando en ese cargo. Ahora soy Secretario General de PJ, ayudando a hacer crecer el partido. Mi aspiración es que tarde o temprano haya en Carabobo un gobierno de justicia y solidaridad. El revocatorio es la prioridad.