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Caracas, 09 de marzo de 2014.- Un joven estudiante manifestó hace un par de semanas haber sido violado por un guardia nacional, que utilizó para tal fin un fusil.

La reacción de 2 instituciones fundamentales para la salud democrática del país nos dice a las claras que la justicia en Venezuela está muy, muy enferma. 

La Fiscal desestimó la denuncia, afirmando que si fuera verdad, el muchacho “no se podría sentar”. ¡Habrase visto tamaña barbaridad e irrespeto! 

La defensora del puesto, usualmente en otro planeta distinto al que vivimos, apareció en el circo de paz montado por Maduro para afirmar que en su oficina no habían presentado ninguna denuncia. ¡Por Dios! Muévete y averigua. ¡Los estudiantes son pueblo y tú juraste defenderlo! La Fiscalía y la Defensoría son dos órganos fundamentales para garantizar justicia a los más indefensos, a los más necesitados. Hoy, para nuestra desgracia, son apéndices del Poder Ejecutivo y del Psuv, totalmente subordinado a sus designios. 

El Gobierno habla de diálogo: vamos a dialogar para tener instituciones para todos los venezolanos, no para los enchufados.