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Caracas, 09 de marzo de 2014.- La situación del país amerita y reclama orden y seriedad de parte de los líderes políticos y del gobierno para intentar conseguir una serie de acciones que nos ayuden a superar esta situación económica que cada día empeora y la conflictividad política que nos lleva a todos por el medio.

Al diálogo no se le puede estar en contra, porque dialogar no es ceder en los principios ni claudicar. Dialogar es demostrar que se tiene la voluntad de buscar soluciones y hacer aportes para superar los problemas que se tienen. Precisamente por eso, dialogar es una tarea ardua e importante, y por eso no se puede tomar a la ligera ni considerarla como una transacción o un show de televisión.

Y para dialogar se necesitan de dos partes que reconozcan que llegan a este punto porque algo no está bien. Que se llega a situación porque la economía del país estancada por un modelo económico atrasado que decidió dar la espalda a la producción nacional. Que llegamos a esta situación porque desde el gobierno se ha criminalizado la protesta, atacando a quienes con todo el derecho, reclaman en la calle que su calidad de vida se les ha desaparecido. Llegamos a esta situación porque en el país, nada más el año pasado, murieron 25.000 venezolanos, sin que desde el gobierno nacional se aplicara una política eficiente que detuviera esa masacre diaria. Que ahora estamos en esta situación por un discurso de división y confrontación que no permite avanzar, y que por el contrario nos retrasa cada vez más. 

Henrique Capriles y la Mesa de la Unidad Democrática, han propuesto diez puntos claves para poder hablar de diálogo, porque el diálogo debe tener agenda, porque si no sería dibujo libre y desgaste. La liberación de los presos políticos, Leopoldo López e Iván Simonovis; el desarme a los grupos paramilitares protegidos, como hemos visto, desde el gobierno; la renovación de los poderes públicos con cargos vencidos; el cese a las detenciones arbitrarias y a las torturas a las que han sido sometido los estudiantes y que le consta a la Fiscalía y a la Defensora del Pueblo; la reactivación del aparato productivo nacional, entendiendo de una vez por todas que es con el esfuerzo público y privado que comenzaremos a salir de esta crisis económica; son algunas de los puntos que la MUD ha colocado sobre la mesa para hablar de verdadero diálogo.

Mientras por televisión se vea los miembros del gobierno hablando de paz y diálogo, pero en la calle el venezolano no sienta que hay una verdadera voluntad en retroceder un solo centímetro en el camino que nos llevó hasta aquí, eso habrá servido para acumular más horas de cadena y más minutos de discurso vacío. Seguiremos estancados y con el terrible peligro de que todo empeore.