Maracay, 07 de julio de 2016.- Seis meses han transcurrido y Venezuela cada día está más cerca de una hambruna generalizada. La escasez y el desabastecimiento persisten, la inflación impide que la mayoría de la población que devenga salario mínimo pueda acceder a los alimentos y el principal instituto emisor del país, en vez de aplicar los correctivos necesarios para recoger liquidez monetaria y enfrentar la peor devaluación de la moneda de nuestra historia, no solamente sigue emitiendo dinero inorgánico sin respaldo alguno a solicitud del Poder Ejecutivo sino también comprometiendo las reservas internacionales y el oro monetario.

“Nelson Merentes y los demás directores del BCV deberían estar presos por la mora que tienen con el país. Cualquiera que lea las funciones y atribuciones establecidas tanto en la Constitución Nacional como en la Ley Orgánica del Banco Central de Venezuela, entenderá que estos señores están acabando con el país”.

Este señalamiento lo hizo la diputada al Consejo Legislativo del estado Aragua (Clea) Betsy Bustos, al calificar como insólito el hecho de que transcurridos seis meses de 2016, el organismo encargado de ejecutar la política monetaria solo se ha preocupado por anunciar la emisión de un cono de mayor denominación porque los billetes y monedas de curso legal están devaluados.

“Pronto tendremos billetes de 1.000 y de 2.000 bolívares, pero Merentes no abre la boca para pronunciarse en torno al valor de nuestra moneda frente al dólar en el Dicom, mercado creado por ellos mismos con la supuesta intención de doblarle el espinazo al dólar paralelo -El instituto emisor, por ejemplo, tiene como función regular la moneda y participar en el mercado de divisas y ejercer la vigilancia y regulación del mismo, en los términos en que convenga con el Ejecutivo Nacional- ; Merentes finge demencia cuando alguien intenta preguntarle sobre las reservas internacionales y sobre la venta de nuestro oro monetario, transacción de la que nos hemos enterado por medios de comunicación internacionales y agencias de noticias especializadas”, señaló la parlamentaria. El BCV debe estimar el nivel adecuado de reservas internacionales de la República, según se desprende de sus obligaciones.

Pero aún peor es el silencio absoluto que tienen frente a los indicadores económicos del país, indispensables para que cualquier empresa pueda hacer sus proyecciones a futuro y el propio Ejecutivo elabore el presupuesto de la nación. Es función del BCV “Acopiar, producir y publicar las principales estadísticas económicas, monetarias, financieras, cambiarias, de precios y balanza de pagos”, obligación que vienen incumpliendo desde hace aproximadamente dos años.

El gobierno central a través del Seniat, aprobó para 2016 un incremento de la Unidad Tributaria realmente irrisorio si se compara con la inflación de 2015, inflación maquillada por demás, “pues todos sabemos que las cifras presentadas por el BCV no se corresponden con la realidad”, acotó.

La también dirigente regional de Primero Justicia en Aragua, enfatizó que los venezolanos se enteraron por un medio de comunicación nacional que por primera vez en 12 años, el BCV envió al Fondo Monetario Internacional toda la información estadística sobre el comportamiento de la economía, sin aclararse las razones que llevaron a tomar la medida, después que en 2004 Hugo Chávez ordenó el cierre de la oficina del organismo multilateral en nuestro país y prohibió el envío de las cifras oficiales.

Venezuela no solamente desconoce la data real sobre inflación sino también la de escasez, desabastecimiento, desempleo, empleo informal, empleo formal, ingresos netos, egresos, emisiones de deuda, liquidez monetaria y otras operaciones en las cuales están comprometidos los recursos de la nación.

Bustos calificó como “irresponsables” a Nelson Merentes y demás miembros de la junta directiva del BCV, pero también a Maduro y todo el gabinete económico por propiciar la peor crisis de la que tengamos memoria.

Por eso insistió en la necesidad de revocar no solamente a Nicolás Maduro sino a este modelo nefasto que tanto daño le ha causado a la nación. “Mientras estos incapaces e ineptos se mantengan en el poder, Venezuela no levantará cabeza. Todos tenemos que ser protagonistas del cambio, de allí la necesidad de presionar al CNE para que, cuanto antes, convoque la fecha de recolección del 20% de las firmas exigidas por la Constitución para activar el referendo revocatorio contra Maduro. Venezuela no puede esperar hasta 2019, nuestro pueblo está muriendo de hambre, de todas las enfermedades que derivan de la desnutrición, tenemos un promedio de mortalidad infantil similar al de la Venezuela de los siglos XVIII y XIX, nuestros pacientes con enfermedades crónicas se están muriendo por falta de medicamentos, algunos más desesperados están acabando con sus vidas porque no saben cómo enfrentar esta tragedia que tiene nombre y apellido: Nicolás Maduro”, concluyó.