Caracas, 09 de febrero de 2015.- The Telegraph es un periódico británico fundado en 1855, es el periódico británico más vendido, con una tirada media de 920.000 ejemplares, días recientes este famoso rotativo efectuó una entrevista al líder de la oposición en Venezuela, Henrique Capriles, acá reproducimos su traducción:

Mientras los venezolanos están cansados de la escasez de alimentos y la inflación constante, el líder de oposición Henrique Capriles, habla a través de The Telegraph anunciando que es tiempo para el cambio.-

Por Peter Foster.

Es un día caluroso en las afueras del valle de Caracas, pero cuando Henrique Capriles, uno de los líderes de la oposición venezolana, hace su entrada en esta población caminando a toda marcha, abriéndose paso entre una multitud de niños vitoreando y gente con peticiones.

Luego de detenerse un segundo para compartir con unos niños en un castillo inflable, Capriles surge del gentío agarrando un puñado de cartas de los habitantes de Cielo Valle, una población de casas de ladrillo en medio de un paisaje forestal.

Cada carta trae consigo una solicitud; maquinarias para construir calles y carreteras, más pozos para conseguir agua limpia, un servicio eléctrico más confiable, un mejor sistema de drenaje para la temporada de lluvias, un nuevo campo deportivo, pero por sobre todo la gente quiere algo en común: un cambio.

La pregunta sin respuesta por el momento, es si Capriles, un gobernador de 42 años que ha perdido dos elecciones presidenciales en 2012 y 2013, es el hombre indicado para traer el cambio.

Guste o no, la caída de los precios del petroleo está metiendo a Venezuela en una crisis sin precedentes, frenando la capacidad que tenía el país para obtener dolares y de esa forma, pagar por las importaciones de los alimentos y medicinas mas básicas.

Los anaqueles de los supermercados están cada vez mas vacíos, los hospitales envían devuelta a sus casas para morir a pacientes con enfermedades curables por la falta de suplementos medicos, la inflación esta cada vez mas cerca del cien por ciento y analistas de mercado predicen que el gobierno venezolano podría entrar en un default financiero antes de final de año.

"¿Cambio? Por supuesto que puede existir el cambio", expresa Capriles con una feroz y animada voz a "The Telegraph" luego de pasar mas de 3 horas escuchando pacientemente las quejas, peticiones y sugerencias de los pobladores. "Este es el año donde se decidirá de que lado caerá el poder en Venezuela".

Aunque las elecciones presidenciales no serán realizadas al menos hasta dentro de cuatro años, los sufragios para el parlamento deben tomar lugar en diciembre de 2015, brindando una oportunidad fresca a la fracción opositora para confrontarse al Partido Socialista Unido.

Ante las crecientes presiones, el presidente Nicolás Maduro parece cada vez mas errático en sus acciones. Esta semana acusó a Joe Biden, Vicepresidente de los Estados Unidos, de conspirar personalmente para derrocar a su gobierno. Los norteamericanos respondieron llamando a los alegatos "claramente falsos", mientras retiraba el visado de viaje a cuarenta y tres funcionarios de la administración de Maduro acusados de violación a los derechos humanos y delitos de corrupción.

Recientemente, Jorge Giordani, ex-ministro de finanzas venezolano relevado el año pasado por orden de Maduro, dijo en una entrevista que su país se estaba convirtiendo rápidamente en el "hazmerreír" de Latinoamérica.

Con un descontento popular creciente día por día, apoyado por encuestas de opinión que colocan a Nicolás Maduro con solo veinte por ciento de aprobación, Henrique Capriles cree que el momento ha llegado.

"En la política, el momento lo es todo. El año pasado hubo un llamado para realizar un cambio político, pero el gobierno aún tenia un apoyo en los precios del petroleo", explica. "Hoy en día, ochenta por ciento del país quiere un cambio. La crisis que estamos experimentando ha llegado a un punto critico".

Aún así, no esta claro si las masas que llevaron a Hugo Chávez a la presidencia, quien devolvió en apoyo invirtiendo millones de dolares en programas sociales, están preparados para cambiar lealtades y también adaptarse a un nuevo gobierno.

Para tener éxito, los partidos y grupos de oposición tendrán que enfrentar una campaña mediática gubernamental que los critica constantemente y además, con la nostalgia y el recuerdo de Hugo Chávez, apunta Robert Bottome, un economista del grupo VenEconomía, observadores de larga data de la política venezolana.

"El problema es que mucha gente culpa a Maduro de la crisis y no las políticas económicas y sociales que la causaron, que fueron promovidas por Chávez", apunta Bottome.

Pero si las elecciones parlamentarias resultan favorables para la oposición, Capriles espera conformar una plataforma que permita un referendum revocatorio que permita elecciones presidenciales. En su momento, Chávez enfrentó uno en 2004, aunque lo derrotó con facilidad. Para Maduro, las cosas son mas difíciles pues su posición política es mas vulnerable.

De manera oficial, Capriles perdió las elecciones contra Maduro en 2013 por un mínimo 1,5 por ciento, que representó 223.000 votos, un márgen sorprendentemente pequeño dada la oleada de afecto que siente parte de la población por Hugo Chávez, y que se acentuó tras su muerte.

"Solo he perdido una elección", dice tajante Capriles, por una diferencia de once puntos contra Chávez en 2012. "Yo no perdí mi elección contra Maduro, estoy seguro de ello. Nunca me dieron la oportunidad de demostrarlo".

A pesar de su incipiente energía, existen dudas acerca de Capriles y su partido político, así como los restantes factores de oposición que podrían unir al país contra el régimen.

Hace un año, el descontento popular hizo que parte de la población se desbordara en las calles en una ola de disturbios y protestas que dejaron 43 venezolanos muertos y mas de 3000 detenidos, incluyendo a Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, que permanece todavía en la carcel, tras una ofensiva gubernamental. Capriles Radonski, abogado y católico devoto, quien fue muy criticado en varios sectores por no respaldar las protestas de 2014, cree que la gran mayoria de la poblacion tiene demasiado miedo como para salir a las calles de nuevo masivamente.

Hace solo una semana, en lo que fue calificado por la oposición como una advertencia para cualquier potencial protestante, el gobierno anuncio la aprobación de una ordenanza que permite a la policía utilizar fuerza letal contra las manifestaciones.

Aún, Capriles esta convencido de que el cambio es posible, y vendrá, a través de una vía constitucional, si motivos violentos, dada la magnitud de la crisis que enfrenta el país, y es ahora el momento de la oposición.

"La oposición se unirá. Frente a los problemas nacionales, nuestras diferencias no tienen relevancia. Pareciera que en Venezuela hubiera ocurrido un desastre natural, en ese punto estamos", expresa.

"El país no puede continuar de esta manera. Si la gente pasa todo en día en una cola, ¿Cuando podrá ir a trabajar? ¿Cómo puede producir algo el país?", añade. "No estaré de acuerdo con nada que salga de la constitución. Pero si me preguntan si es posible el cambio, pues por supuesto que si".

La alternativa, que sigue siendo una posibilidad muy remota según Robert Bottome de VenEconomía, es una muerte lenta. "Es lo que llamamos un escenario Corea del Norte", explica. "Con o sin Maduro, recibimos mas de lo mismo, mientras Venezuela se hunde cada día más en el desorden".