Caracas, 26 de octubre de 2016.- El día 24 de enero de 1848, en el Congreso de Venezuela se discutía enjuiciar al Presidente José Tadeo Monagas por hechos violatorios a la Constitución Nacional. Mientras se llevaba a cabo el debate, se produjo una fuerte disputa entre Tadeo Monagas, quien representaba al Partido Liberal, y José Antonio Páez, apoyado por el Partido Conservador; un hecho que fue escrito en nuestra historia como ‘Atentando al Congreso’.

Cualquier parecido con la realidad que vivimos y vimos el pasado domingo desde el Hemiciclo, no es solo coincidencia. Durante la sesión extraordinaria convocada por la bancada de la Unidad, para discutir y aprobar un acuerdo que suponga la restitución del hilo constitucional del país violado por el Ejecutivo Nacional, hordas afectas al partido de Gobierno dirigidas por el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, irrumpieron de manera violenta dejando al descubierto su carácter poco democrático y arbitrario.

En aquel entonces, José Tadeo Monagas era acusado de haber ejercido facultades extraordinarias ilegalmente, emplear la fuerza armada sin consentimiento del Consejo de Gobierno y de haber ejercido la administración fuera de la capital. Hoy,  la bancada de la MUD  denuncia la ruptura de la constitucionalidad, un golpe de Estado a la voluntad del pueblo y el desconocimiento al poder popular y al Legislativo; además de la sumisión de los poderes Electoral y Judicial, como brazo ejecutor de Nicolás Maduro en sus funciones de Presidente de la República.

La historia no deja espacio para los errores ni el olvido. José Tadeo Monagas es identificado como dictador, al parecer estos señores, que hoy nos gobiernan, pretenden ser reconocidos igual que al régimen anteriormente mencionado.

Hacen uso indiscriminado de la violencia, amenazas y humillaciones, buscando permanecer en el poder haciéndose más fuertes en el miedo de la gente. Creen que la violencia política  detendrá a los demócratas. Ante Venezuela y el mundo está muy claro quiénes son los violentos, y quiénes son los que tienen ganas de trabajar para cambiar las cosas y mejorar el futuro de nuestra gente.

Nada ni nadie nos detendrá. Tenemos muy claro, cuál es nuestro norte y ese no es más que la Venezuela de progreso y futuro. Haremos todo lo que sea posible por restituir la democracia, la constitucionalidad, la voluntad del pueblo y sus derechos porque es el pueblo quien decide.

Nosotros elegimos nuestros representantes y defensores  de un grupo que no está haciendo las cosas de la mejor manera, de la representación, de la crisis y el fracaso. Aquí estamos junto a ellos y nada nos hará retroceder. Hoy estamos más convencidos que nunca que el Cambio está a la vuelta de la esquina.

Vienen días difíciles. Nadie nos dijo que sería fácil, ellos mejor que nadie se saben perdidos y por eso a través de la violencia ofrecen acciones equívocas, pero no caeremos en sus provocaciones ni desmayaremos teniendo tan cerca la meta.

La lucha democrática es consistente. No esperemos a que alguien más nos diga qué debemos hacer, cada venezolano sabe en su corazón lo que debe hacer para rescatar a Venezuela, el futuro nos espera. ¡Cambiemos la historia de Venezuela en Unidad!