Valencia, 06 de septiembre de 2016.- Una de las vitales necesidades de todo ser humano es alimentarse. “Una dieta balanceada o equilibrada es aquella que a través de los alimentos que forman parte de cada una de las comidas aporta nutrientes en las proporciones que el organismo sano necesita para su buen funcionamiento.” Este concepto lo explica un importante centro nutricionista de la Ciudad de México. Cito textualmente esta definición ya que en nuestra Venezuela adquirir y encontrar alimentos pertenecientes a la canasta alimentaria es toda una odisea. Recientemente el Cendas-FVM publicó el valor de la Canasta Básica Familiar (CBF) en Bs. 465.034,79 para el mes de julio, es decir, el equivalente a 31 salarios mínimos. Dentro de la estructura de la CBF los alimentos son los que precisamente han aumentado significativamente en el último año, con una variación intermensual superior al 30%. Un porcentaje totalmente inhumano  e inaceptable en el país con la mayor reserva de petróleo del mundo.

Ante la falta de políticas económicas claras y efectivas que disminuya la enorme escasez y la galopante inflación, el país puede vivir por primera vez un cuadro de desnutrición generalizado con consecuencias irreversibles en la salud de su población. “Una dieta mal balanceada puede causar problemas en la conservación de los tejidos del cuerpo, el crecimiento y el desarrollo, el funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, así como también problemas en los sistemas muscular y óseo.” definición según ABC Farma, consultorio nutricionista. Los venezolanos de manera jocosa expresan que su pérdida de peso se lo deben a la llamada “Dieta de Maduro”, algo poco gracioso. La Constitución Nacional establece que el Estado es el responsable de garantizar la Seguridad Alimentaria para toda su población, hecho que el Gobierno viola constantemente con su errado y desgastado modelo económico.

Aumentar el salario mínimo en un 50% y el valor de los tickets de alimentación no resuelve el problema, por el contrario, lo empeora. El nuevo salario mínimo integral es de Bs. 65.056,50, es decir, apenas un 14% de la CBF de julio. Esto sin conocer, cuál será el valor de la CBF en septiembre, cuyo porcentaje será muy inferior gracias a la enorme inflación. Lo cierto en todo este análisis, es que muchas familias venezolanas con ingresos iguales o inferiores al nuevo salario mínimo integral no se están alimentando completa ni balanceadamente. Casi  90% del presupuesto familiar promedio es destinado a la compra de alimentos, algo muy alarmante y preocupante para cualquier sociedad. No existe información oficial confiable que exprese la realidad en materia de nutrición en estos momentos, por lo que las expectativas en el mediano y largo plazo son poco alentadoras.

Cada día son más las familias venezolanas que solo les alcanza comer una sola vez, gracias a que no consiguen los alimentos o porque simplemente no pueden comprarlos por sus elevados precios. El hambre es precisamente el problema que un gobierno serio y responsable debe resolver, no potenciarlo. El Gobierno se niega en entender que la actual crisis humanitaria y alimentaria que vive el país se resuelve con más y más producción, no con distribución  ni controles. Sabemos de antemano que el Gobierno no está interesado en que la economía prospere de manera adecuada y sin problemas, y que todas sus acciones en política económica obedecen a ideologías y pensamientos estrictamente políticos. Venezuela pierde miles de oportunidades de crecimiento y bienestar día a día con este Gobierno en el poder. Los venezolanos tienen derecho a expresarse de manera democrática y constitucional en búsqueda de una mejor calidad de vida. El país se encuentra en una profunda recesión económica desde hace tres años y el Gobierno con sus acciones dista de brindar las soluciones coherentes que el país requiere. Venezuela es más que un Gobierno Sordo e Ineficiente, es una enorme mayoría de ciudadanos que quieren lo mejor. La solución a toda esta triste realidad depende de nosotros mismos. Hagamos del referendo revocatorio 2016 nuestro sueño #RevocatorioYa #SiSePuede