Valencia, 26 de julio de 2016.- La precaria y actual situación de la economía venezolana es consecuencia de una política absurda e irracional promovida desde el Gobierno. Es indignante escuchar a voceros del Gobierno decir que habrá dos nuevos aumentos de salarios antes de culminar 2016 ¿Para qué han servido los aumentos salariales? ¿Han mejorado el poder de compra de los venezolanos? La respuesta es obvia, por supuesto que NO. La solución no está en aumentar los salarios sino en DETENER y DISMUNIR la inflación. Es un mandato Constitucional proteger a la ciudadanía del PEOR y NEFASTO impuesto que un ciudadano pueda pagar.

Según fuentes del BCV y de manera extraoficial el país acumula una inflación anual del 487,6% hasta junio, es decir, la más alta de su historia. Esto sin tomar en cuenta que muchos de los precios que refleja el indicador INPC están regulados, por lo que podemos estimar que la inflación real es mucho mayor.

La delicada situación económica y social que vive el país pudo haberse evitado si el Gobierno hubiese flexibilizado algunos esquemas que dan origen al problema, sin embargo, pareciera que el empobrecimiento y el deterioro de la población fuese la prioridad. Para disminuir la inflación el Gobierno sabe muy bien que tiene que trabajar de la mano con el sector privado brindándole las facilidades en materia de acceso a divisas y eliminando los controles de precios. La escasez de alimentos supera en algunos casos el 82% según Datanálisis y otras encuestadoras de prestigio en el país, sin embargo, esto pareciera no preocuparle al Gobierno. Según ONG’s pertenecientes al sector salud han reflejado que la población venezolana está registrando índices de desnutrición considerable, muy en especial, en las zonas más pobres. Esto es ALARMANTE, ya que no se está cumpliendo con la Seguridad Alimentaria consagrada en nuestra Constitución Nacional.

La actual situación del país está reflejando serios problemas a escala social sin precedentes, producto del hambre y la insalubridad. La enorme escasez de medicinas es otra de las consecuencias originadas por el control de cambio, cuyo resultado en algunos casos son IRREPARABLES para muchas familias venezolanas. Por otra parte, 438,54 bolívares en circulación por cada dólar de reserva según cifras del BCV. La liquidez crece en un ambiente de contracción de las reservas. Esta cifra corresponde a la definición del tipo de cambio implícito en nuestra precaria economía y refleja lo desproporcionado en que el Gobierno imprime dinero sin respaldo alguno originando más inflación.

Mientras exista este tipo de comportamiento por parte del BCV lejos de buscar una solución racional y eficaz la atrasa y la empeora. La realidad es que el consumo agregado interno es parcialmente abastecido con importaciones cuyo esquema no es sostenible en el tiempo y tarde o temprano la situación actual empeorará. El país necesita poner a producir todos los sectores desde las granjas y fincas hasta las ensambladoras de vehículos y comercios, para ello es necesario un cambio de política económica diametralmente opuesta.

Sabemos que más allá de un eventual diálogo entre la Oposición y el Gobierno este escenario NO es posible. Los cambios que requiere la economía para su recuperación y su posterior crecimiento van más allá de un simple cambio de política, se necesitan instituciones independientes y fortalecidas desde un espíritu democrático y progresista. El Gobierno actual no cumple con dichas características por lo que se hace IMPERANTE cambiarlo por completo o simplemente REVOCARLO. El Referendo Revocatorio es un DERECHO CONSTITUCIONAL y una SOLUCIÓN PACÍFICA para salir de un gobierno que no cumple con sus funciones.

El país necesita la ayuda y el aporte de TODOS para superar esta realidad. Un mejor futuro en nuestra Venezuela es posible siempre y cuando exista la UNIÓN REAL de todos los SECTORES. El diálogo es vital y necesario cuando existan resultados reales y palpables para TODOS. Cuando esto no ocurre, es necesario acudir a los mecanismos constitucionales en pro de garantizar una salida democrática y pacífica con los menores costos sociales para la población y el país. El problema en Venezuela no es coyuntural sino estructural. El único coyuntural es el Gobierno. #RevocatorioYa