Richard Fermín: ¿Qué viene?


La Asunción, 02 de mayo de 2016.- Muchos nos hacen esa pregunta estos días, sin duda lo que viene es lucha. La conquista de espacios y mecanismos para superar la crisis que nos agobia y el modelo que la impone, vendrá precedida de mucha presión social, la protesta pacífica para lograr la activación de mecanismos legales y democráticos para superar la situación de hoy, será el pan de cada día.

Para ello, es importante la responsabilidad de los sectores políticos de la Unidad llamados a articular esfuerzos en pro de salir de una crisis que día a día, merma nuestra calidad de vida. No tendríamos perdón si dejamos pasar esta oportunidad por concentrarnos en cosas distintas al revocatorio y a la presión social para conseguirlo.

La esperanza de millones de venezolanos, dentro y fuera del país, están cifradas en ello. No nos perdonará César Pinto que colgó su boina roja y ahora quiere un cambio. No nos perdonará Bárbara Silva, joven médico que quiere hacer un Postgrado en su país pero que hoy, no ve esa oportunidad. No podemos fallarle a la joven pareja que espera un hijo y tiene la esperanza de que nazca en un mejor país. No le podemos fallarle a ese trabajador quien, con esfuerzo, quiere generar progreso, pero el gobierno no lo deja porque eso del trabajo para el gobierno es una vaina burguesa, imperialista y de la derecha, recordemos que tenemos un “Presidente Obrero” que trabaja sólo Lunes y Martes y, en un desvarío ahora quiere hacer de su culto a la flojera, una política de Estado al pretender que en el país sólo se trabaje a su ritmo: Lunes y Martes medio día.

En fin, son millones de razones que tenemos para no fallarle al país, a sus ciudadanos y a tantos quienes, sin ser venezolanos, les importa el destino de esta tierra de gracia cuyo principal recurso es su gente. Porque quien conoce un venezolano, comienza a amar a Venezuela.

También nos tocará como sociedad, renunciar a algunas creencias que se han vuelto lugares comunes, como aquel mito que somos un país rico. NO SEÑORES: los países no son ni ricos ni pobres los países son prósperos o no de acuerdo a la calidad de vida y las oportunidades que tienen los ciudadanos dentro de su sociedad.

Es momento también para cambiar nuestra relación como sociedad con el Estado. Esa relación que hasta ahora conocemos donde el Estado es el proveedor y responsable de cuánta necesidad tengamos en lo colectivo o individual, es un modelo inviable que nos dejó en la precaria situación que hoy atravesamos. Sin embargo, no puede ser la falta de concentración o prioridades de quienes tenemos la responsabilidad de conducir este proceso lo que frustre el momento histórico  que nos hará entrar en el siglo XXI. Vamos en Unidad sin mezquindades, sin egoísmos, sin colores, con mucho compromiso con el futuro y la construcción de un país de oportunidades. Juntos podemos.

¡El Cambio es Posible!

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