La Asunción, 08 de abril de 2016.- Hoy nos permitimos reflexionar sobre algunas situaciones y opiniones generalizadas que se hacen virales y que ponen a políticos, intelectuales y otros generadores de opinión, a pedir o desear situaciones. El problema es que, en ocasiones se cumplen y en detrimento de todos. De esto, podemos hacer una larga lista de esas situaciones. Sin embargo, preferimos puntualizar un par de ellas y en distintas épocas. Por ejemplo, recuerdo en mi niñez y adolescencia escuchar que: “en este país lo que hace falta es un militar con mano dura contra el hampa y los corruptos”. ¡DESEO CUMPLIDO! Llegó el militar de mano dura, pero multiplicó la corrupción y los índices de violencia e inseguridad.

Luego, por razones obvias, muchos venezolanos siempre quisimos que aquel militar abandonara el poder, eso se cumplió pero NO en las condiciones deseadas. Y lo que no sabíamos era que venía el desastre que hoy representa Nicolás. Con esto NO quiero decir que esté mal pedir o desear que las cosas pasen, al contrario: nosotros, todos los días, no sólo deseamos que Nicolás abandone el poder sino que también trabajamos para eso pero cuando, en ocasiones y no pocas, escuchamos decir: “Esto se resuelve por la armas, los militares tienen que actuar” y cosas por el estilo. Nosotros decimos ¡Cuidado con lo que desean! porque puede hacerse realidad y no hay que ser un genio para saber que una salida así de precipitada, sería complicar aún más lo que hoy vivimos… ¡y créannos que se puede!

Del mismo modo, hemos sido sorprendidos en estos días por una especie de furor en nuestro estado Nueva Esparta por la declaratoria de emergencia en algunas materias de servicios públicos, ante lo que, responsablemente alertamos que se tenga presente qué es lo que significa un estado de emergencia con este gobierno: Se traduce en corrupción y atropello a la propiedad privada.

Recordemos que una declaratoria de emergencia no hace más que abrirle al gobierno la posibilidad de burlar los controles institucionales y legales (Por ejemplo la AN que tanto nos costó y tanta fe le tenemos a su desempeño), para atropellar la propiedad privada y profundizar así, el festín de la corrupción.

La emergencia ya la vivimos, no hay que decretarla. Acá opera es la presión social y política sobre el gobierno para que actúe de manera rápida y eficaz ante la crisis de los servicios, recordemos que pasó con la emergencia en el estado Vargas y con la emergencia eléctrica. Esta última que sólo sirvió para que los mozos de la empresa Derwick y sus socios del gobierno, se llevarán del país los dólares que hoy hacen falta para la comida y las medicinas de los Venezolanos.

UN LIDERAZGO NO SE DEMUESTRA REPITIENDO LO QUE TODOS DICEN, ni diciendo lo que todos quieren escuchar. ¡El liderazgo es mostrar el camino correcto y transitarlo!