Shully Rosenthal: Toy contento, yo no sé qué es lo que siento


Caracas, 10 de diciembre de 2015.- Al igual que toda Venezuela hoy todo nos parece más bonito y sentimos  como brilla más el sol, la gente va cantando como el río, como el viento, porque vislumbra un futuro de esplendor. Realmente todos tenemos ganas de cantar a pesar de saber que no será nada fácil el 2016, pero es mejor cantar que gritar de angustia y ver sin hacer nada, como llevaban a Venezuela al despeñadero.

Venezuela toda el 6D pidió una vez más a voces un cambio de rumbo para el país, una mayoría entre Opositores, Ni Ni y Chavistas, estos dos últimos comprendieron que este no podía ser la ruta y al llegar a la encrucijada detrás del biombo tomo el camino correcto, el de “la Libertad y la Democracia” y lo cierto es, que una parte importante de militares decidió igual.

No es difícil entender el porqué del gran cambio hacia el color azul, el de la manito, esa manito que te da el amigo con humildad para juntos superar los problemas.

El venezolano quiere vivir y vivir con calidad de vida, poder mantener con su trabajo a su familia y sí, trabajar duro, responsablemente, con mística, no quiere decretos de inamovilidad, sino oportunidades de trabajos con salarios dignos, donde se puedan superar.

Basta de sindicaleros con revólveres y con prebendas y mafias, los venezolanos queremos unos sindicalistas honestos, que sean ejemplo en el trabajo, como líderes deben ser los mejores. Igualmente se quiere a los empresarios responsables que al igual que su equipo, trabaje duro y arriesga en beneficio de todos lo que laboran en la empresa y por supuesto, debe ganar y bien, la competencia y variedad de precio dará para escoger, pero siempre teniendo responsabilidad social y así juntos construiremos una nueva Venezuela donde no solo el petróleo será la importancia.

Claro que todos se dieron cuenta de la persecución a la empresa privada y la muy cochina corrupción de fiscales de distintas dependencias enriqueciéndose y ahogando a los pequeños y medianos comerciantes. Todos sabemos que no hay ninguna guerra económica. No existe precio justo de 30 porciento con una inflación mayor al 200 por ciento, esto lo entiende hasta un niño de doce años.

Solo esperamos que el Presidente comprenda qué quiere el Poder Popular, ese Poder no quiere más amenazas, más controles, más escasez, no quiere poner más huellas, no quiere más criminalidad. Señor Presidente, lo que se quiere es que respete a todos los venezolanos por igual, pelucones o pelo chicha, lo que quiere el Poder Popular es que trabaje junto a la nueva Asamblea Nacional, junto con todos los Gobernadores y Alcaldes sin importar su color, solo trabajar juntos por una nueva Venezuela de progreso, justicia, igualdad de oportunidades, libertades, separaciones de poderes y mucha democracia, tolerancia y diálogo.

Ya expresé que es lo que siento, pues reviento por las ganas de cantar.

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