La Asunción, 26 de octubre de 2015.- "La economía, estúpido” (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George Bush (Padre), que lo llevó a convertirse en Presidente de los Estados Unidos. Luego, la frase se popularizó como «es la economía, estúpido» y su estructura ha sido utilizada para destacar los más diversos aspectos que se consideran esenciales.

Con esta cita comenzamos nuestra reflexión, una frase de tres palabras que, en su momento, se tradujo en cambios sorpresivos en una contienda electoral que le cambiaron el rumbo. Hoy, es menester quizás, poner una nota en Miraflores, en algunos ministerios ¿y por qué no? mandar una a La Habana, que es donde al final, se toman las decisiones de índole económica y política entre otras, donde diga "Es la producción, estúpido".

Si así, como esta frase, nació de una anotación de un asesor de campaña de apellido Carville en la campaña Clinton vs Bush (Padre) 1.992, ojalá que desde el gobierno entendiera que el mayor esfuerzo y dedicación del Estado hoy, debe ser reactivar la producción, el emprendimiento y la generación de riqueza. Lastimosamente, sería mucho pedir a quienes ven en el control y las restricciones, una fuente inagotable de corrupción y tráfico,actividades predilectas entre quienes hoy manejan el poder nacional en nuestro país.

"Es la producción, estúpido", no la persecución a quienes producen y emprenden, lo que logrará que superemos la crisis que, desde el gobierno han generado y presos en un discurso de resentimiento y retórica barata. Ahora buscan culpables donde no los hay. Sólo les bastaría con mirarse al espejo para encontrar culpables, pero es mucho pedir a quienes no miran más que a las ya menguadas, arcas del estado en búsqueda de seguir con el festín de corrupción y peculado que ya se les ha convertido en el pecado capital de la Gula, ante las groseras fortunas que hoy ostentan, a expensas de los dineros públicos.

Ya están en el ambiente unos anuncios que buscan seguir persiguiendo y acosando a quienes desde la empresa privada, desde el emprendimiento, quieren seguir apostando al desarrollo del país muy a pesar que desde el gobierno, nada se hace para ello. Hoy, ante una crisis tan cruenta, la irresponsabilidad del gobierno se hace presente con más controles y persecuciones a lo poco que queda de aparato productivo en nuestra Venezuela.

Hoy por hoy, es necesario entender que la política de controles e intervenciones de un Estado profundamente corrupto, son las que nos han traído hasta acá, estas políticas representan un modelo que fracasó, que colapsó la economía y nos hizo perder los años dorados de nuestra renta, dilapidando los recursos de los venezolanos en manos de unos pocos corruptos que se apropiaron de los dineros del Estado. Nos queda a los ciudadanos de bien, asumir la responsabilidad de cambiar el modelo y sus representantes para así abrir las puertas al progreso y el bienestar para todos.

La producción y la confianza del sector privado hacia los entes públicos son fundamentales para lograr el arranque económico y el desarrollo anhelado por todos. Por lo que a nosotros respecta, si entendemos de forma clara y concreta que la producción, la confianza y el cambio de modelo son fundamentales en la construcción de una sociedad y un estado que vayan de la mano para lograr las metas y los sueños de los ciudadanos, "Es la producción, estúpido", un grito, un reclamo ante los responsables de esta calamidadpero, a la vez, es una voz de esperanza y cambio, donde le garantizamos a nuestros vecinos que seremos más y mejores frente a los pocos y peores.

Decimos que estamos preparados para asumir la responsabilidad de enderezar el rumbo de nuestro Estado que, a todas luces, hoy no va por el camino correcto. Desde la posición política que representamos, seguiremos en el ámbito de nuestras competencias, generando confianza y emprendimiento entre los ciudadanos con el fin de luchar desde lo micro en pro de más confianza y menos controles corruptos.

En nuestra Ciudad y nuestra isla, soñamos y trabajamos para generar las condiciones necesarias que de una vez y por todas, nos lleven al desarrollo. Esto lo lograremos cuando entendamos que vamos a cambiar una realidad y no un color por otro, que los controles, la persecución y el populismo deben erradicarse del modelo económico, político y social de nuestro país.

Desde nuestra posición, creemos en el otorgamiento de incentivos a la inversión y la producción, esto genera empleo, movilidad económica y progreso. Desde la posición que hoy ocupamos y las que ocupemos en el futuro, somos y seremos un aliado de los sectores productivos para generar progreso y bienestar en nuestra sociedad. Quien produce y emprende, no es el enemigo. El enemigo es quien desde el gobierno nos esclaviza con la dádiva populista y el chantaje electoral, el que juega con la necesidad de sus vecinos, que el mismo genera desde una instancia de gobierno que no cumple con su misión de promover el desarrollo y la inversión, sino que convierten las instituciones en inquisidoras de la iniciativa privada, es un modelo que lastimosamente se repite en muchas instituciones en el país inclusive en algunas que, en teoría no forman parte del entramado de la Revolución…