Richard Fermín: ¿Y qué nos pasó?


La Asunción, 28 de junio de 2015.- Hoy quisiéramos dedicar estas líneas a algunas situaciones que vienen sucediendo en el acontecer político del país y como somos fieles creyentes de que lo que se predica se practica, estas reflexiones las dirijo a la organización política en que militamos, un poco lo que ha sido nuestro desenvolvimiento en ella y los retos que tendrá en el futuro para no engrosar las familias de los partidos del establecimiento, del “status quo” e inscribirnos en la lista de los partidos tradicionales de corte stalinista.

Debo empezar por narrar, brevemente, algunos episodios que marcaron a hombres y mujeres que hoy vestimos de amarillo, recordar aquellos jóvenes irreverentes que emprendieron un partido político en el estado Miranda, cuya fracción de diputados se enfrentó a políticas del pasado y del presente cuando con la complicidad del pasado y por pequeñas cuotas de poder se entregó la institucionalidad del país y estos emprendedores de la política en protesta de aquella situación histórica metieron un cochino en la asamblea nacional que simbolizaba lo que en ese momento ocurría. Recordar aquellos dos jóvenes alcaldes que sembraron la semilla del cambio y la gestión moderna en el ideario del venezolano desde dos municipios emblemáticos Baruta (Henrique Capriles) y Chacao (Leopoldo López), que en el transitar por esa Gran Caracas de la anarquía nos hizo soñar con el cambio, con un país distinto, esos mismos hombres y mujeres de amarillo que nos mostraron un liderazgo distinto que sedujo a mayorías y salió del estado Miranda para ser una referencia nacional y por cierto, la mayor entre la alternativa democrática.

En el paso del tiempo, empezamos a ocupar otros espacios y para callarle la boca a los representantes de la vieja política y del gobierno que nos acusaban de “sifrinos”, “lechuguinos” y “petimetres”, ganamos espacio en la Venezuela profunda en el interior del país y la hazaña de Carlos Ocariz al convertirse alcalde nada mas y nada menos que en Petare. Seguidamente vino la consolidación de nuestro liderazgo nacional de la mano de Henrique Capriles, que paso de ser aquella esperanza que desde Baruta y Miranda nos ponía a soñar con el cambio, a una realidad nacional palpitante en cada rincón de Venezuela. Sin embargo, no todo sigue con ese empuje ahora, la irreverencia no forma parte del accionar de la organización, el pragmatismo y alianzas contranatura, nos alejan de nuestra génesis: quienes nos acusaban de lechuguinos y petimetres, ahora son aliados inseparables y se abren las interrogantes ¿Quién cambió? ¿Ellos o nosotros? Una cosa es ser aliados electorales y otra, ser cómplices políticos. Muchos vinimos huyéndole a las prácticas del pasado y  ahora, sentimos que nos están alcanzando, en una organización que está llamada a ser pilar fundamental en la construcción de la nueva Venezuela.

No podemos permitir que la dinámica política que obliga la lucha contra el régimen que nos hace construir alianzas con sectores de la vieja política, nos desdibuje y nos ponga junto a estos en las líneas del pasado y que nos condene a no pasar de ser la esperanza a la realidad porque las aspiraciones personales de unos pocos en algunas regiones, nos hagan perder el foco.

Sirvan estas palabras para la reflexión de quienes militamos en el futuro, quienes no permitiremos que nuestras ideas perezcan en las manos de quienes ya son parte del sistema que estamos convocados a cambiar, quienes tenemos como fin y meta llevar a nuestra Venezuela a los caminos del progreso. ¡Estamos a tiempo de que no se pierda el sueño, al final esa es la vida, simplemente construir un sueño..!

blog comments powered by Disqus