Maracaibo, 04 diciembre de 2014.- Desde 1958 hasta 1988 fueron construidos en el Zulia ocho embalses de agua, todos con el propósito de abastecer a Maracaibo y sus adyacencias que luego se establecerían como municipios. De ellos Tulé, Manuelote, Machango y Burro Negro, son las principales fuentes de abastecimiento del estado, pero Maracaibo, la capital, tiene desde hace más de 10 años un constante racionamiento del servicio de agua 24 por 48 horas y espera por la efectividad de los Tres Ríos para solucionar el problema.

“De racionamiento de agua y de pagar camiones cisternas sabemos nosotros” dicen los vecinos de La Ranchería en los Haticos, parroquia Cristo de Aranza. Ellos se preguntan “¿cuánto más debemos esperar para que siempre que abramos una llaves de su casa salga agua potable? Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia Zulia, en la visita al sector reflexionó sobre el problema que afecta a más de mil familias sólo en las tres etapas de La Ranchería.

“Maracaibo y el Zulia ha crecido mucho en los últimos 15 años y nosotros seguimos con los mismos embalses Tulé y Manuelote, porque los Tres Ríos, que dicen que ya está operativo, no soluciona el problema de racionamiento. Con la sequía todo empeoró y ahora que volvimos a la normalidad, han tratado de disminuir el racionamiento, pero no han sido serios con en eso. La realidad es que Maracaibo tiene más de una década con racionamiento de agua y nadie gana lo suficiente para costear los gastos que genera que el servicio de agua no funcione” señaló Guanipa.

Vecinos de La Ranchería sector III denuncian que pagan entre mil y mil 500 bolívares por una camión cisterna que distribuyen entre las casas. Ante eso Guanipa aseguró que es un abuso cobrar esos precios. Hizo un llamado de alerta a los organizamos competentes a que estén atentos y regularicen este tipo de excesos.

Yariza Villega, vecina del lugar, aseguró que en medio del racionamiento perenne al que está sometida la ciudad, a ellos el servicio les llega sólo 12 horas. “Cada vez que hablan de racionamiento nos reímos. Nosotros tenemos más de 15 años que no nos llega agua regularmente y cuando el resto de la ciudad goza de 24 horas de agua y 48 de sequía, nosotros sólo tenemos medio día. Aquí nadie espera a que llegue el agua. Compra su pipa y listo, porque realmente son más las veces que nos deja embarcados, que las que llega. En algunos sectores ni siquiera saben lo que es que el agua salga por las tuberías. Por eso nosotros exigimos que regulen los precios del agua porque nosotros tenemos agua es por cisternas, nunca por tubería”.

Esmeralda Flores, ama de casa y habitante de la calle 115 del sector, explicó que la comunidad sufre además los embates de la inseguridad y la falta de alumbrado público. “Sabemos que la inseguridad es generalizada en todo el país, pero no podemos dejar de pedir que Corpoelec nos ponga unos postes de alumbrado. Yo creo que si hubiese más luz, ocurrieran menos atracos por aquí. Algo tienen que hacer porque no pueden seguir permitiendo que nos quiten, a los que trabajamos, lo poquito que ganamos y que nada más nos alcanza para la comida”.